Para muchas personas un día soleado es motivo de alegría, ya que el sol ayuda a estimular en el cerebro la liberación de serotonina, la hormona del bienestar, e induce en el organismo la producción de vitamina D, que es muy importante para los huesos.
El sol es bueno e imprescindible, pero también plantea algunas amenazas para la salud de la piel.
Peligros de la exposición de la piel al sol
Inflamación cutánea (quemaduras)
Cuando la piel se expone a los rayos solares durante demasiado tiempo, puede presentar enrojecimiento y provocar dolor. Se trata de una quemadura solar, causada por los efectos nocivos de la intensa radiación ultravioleta (rayos UV) emitida por el sol.
Muchas personas no son conscientes de que las quemaduras solares son una inflamación cutánea aguda (cuya denominación médica es «dermatitis solar») provocada por quemaduras de primer, segundo o tercer grado.
La dilatación de los vasos sanguíneos provoca un aumento del flujo sanguíneo en las zonas afectadas causando síntomas desagradables:
- Sensación de ardor
- Picor
- Inflamación
- Enrojecimiento
- Formación de ampollas
Cómo disfrutar del sol de forma responsable
Controla la exposición al sol
Evita la exposición al sol entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, ya que es cuando los rayos ultravioleta son más intensos. Usa ropa ligera que proporcione protección: camisas de manga larga, sombreros y gafas de sol. Los niños muy pequeños deben mantenerse fuera del alcance de la luz solar directa (es decir, quedarse en la sombra).
Selecciona el protector solar adecuado
Un protector solar de amplio espectro puede ayudar a proporcionar protección contra los nocivos rayos UV. A la hora de elegir un protector solar, se debe tener en cuenta que cuanto más clara sea la piel, mayor deberá ser el factor de protección solar (FPS). En el caso de los niños, es preferible utilizar el FPS más alto posible.
Aplica (y vuelve a aplicar) el protector solar tal y como se indica
Aplícate el protector solar 15-30 minutos antes de exponerte al sol y/o siempre que sea necesario. Repite la aplicación, como mínimo, cada 2 horas, especialmente después de bañarte, hacer ejercicio, secarte con una toalla, sudar o tras una exposición prolongada al sol.
No te engañes pensando que la protección solamente es necesaria en los días calurosos y soleados, ya que las quemaduras solares se pueden producir en días nublados o en condiciones de frío y nieve (¡recuerda utilizar un protector solar cuando esquíes!).
Cómo aliviar el picor de las quemaduras solares
Aplica siempre todas las medidas posibles para protegerte tanto a ti como a tu familia de los efectos nocivos de la sobreexposición solar. Si de todas formas hay una exposición excesiva al sol, es posible que nuestro cuerpo se defienda mediante la producción de histamina.
La histamina provoca una respuesta cutánea que puede causar síntomas como picor. Los productos antihistamínicos tópicos pueden ayudar a minimizar los efectos de la histamina, por lo que proporcionan alivio al picor relacionado con las quemaduras solares.
El sol y tu piel
El sol aporta beneficios saludables en la piel, pero puede causar irritación cutánea. Conoce los riesgos de la exposición y las medidas preventivas que puedes adoptar.
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