El proceso de inflamación ayuda a curar y reparar el tejido dañado. Por eso, cuando tengas una erupción o cuando te pique la piel, debes saber que ese proceso la está reparando y está restaurando su barrera natural contra el entorno para protegerte de cualquier elemento dañino.
Picor cutáneo y erupciones
El picor cutáneo puede ser muy molesto. Resulta difícil resistir las ganas de rascarse, pero la presencia de un picor indica que algo no funciona bien.
En función de lo que te cause el picor y lo extendido que esté el problema, es posible que puedas apreciar cambios en la superficie de tu piel, como una erupción inflamada o rojez.
Sin embargo, también están teniendo lugar cambios microscópicos que no puedes apreciar a simple vista. Si el picor o la erupción son graves o empeoran, es recomendable que te pongas en contacto con un profesional de la salud.
Nuestra piel está formada por millones de células. Juntas, forman una barrera que nos protege de lo que nos rodea. Cuando la piel sufre algún daño, la respuesta del cuerpo es curarla y repararla para restaurar su barrera. Esto tiene lugar porque los daños en la piel tienen como resultado un proceso conocido como «inflamación».
Inflamación cutánea
¿Cómo funciona el proceso? Cuando los tejidos corporales se dañan se liberan sustancias químicas, como la histamina, que es liberada por los mastocitos. Esas sustancias químicas provocan que los vasos sanguíneos se dilaten aumentando el flujo sanguíneo que llega a la zona dañada, proporcionando una mayor cantidad de nutrientes, oxígeno y otros agentes involucrados en el proceso de curación.
Cuando los vasos sanguíneos se dilatan, pueden tener lugar una salida del líquido que contienen, causando edema o inflamación. Simultáneamente, las sustancias químicas liberadas durante este proceso pueden activar las fibras nerviosas sensoriales transmitiendo la sensación de picor. Todo ello provoca que detectes una zona enrojecida, dolorida y que pica; una erupción con prurito.
Los daños en la piel tienen como resultado un proceso conocido como «inflamación».
El proceso de inflamación, que puede incluir picor o aparición de una erupción, está diseñado para ayudar a curar y reparar el tejido dañado.
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